Valoración:
RESUMEN LIBRO:
De Bea, la arquitecta joven, talentosa y guapilla que protagoniza esta novela, no se puede decir que sea gilipollas, pero de lo que no se puede dudar es de que su karma es tirando a pésimo: en la misma semana, pilla a su novio (perdón, su PROMETIDO) enrollándose con una de las presentadoras más monas DE LA TELE, para, acto seguido, ser despedida con una indemnización ridícula. Con el desastre en los talones, Bea no tiene más remedio que volver a su pueblo natal, donde, además de un paisaje idílico, le espera un futuro incierto, una familia como poco peculiar… y un vecino digamos que «misterioso».
320 páginas.
OPINIÓN:
Me gustó mucho la anterior novela de Laura Norton, "No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas" y me apunté este para leer más adelante. Pero un largo viaje en tren, y que estaba sin libro, hizo que me lo leyera ya. Y no me ha defraudado.
Comparte con el anterior libro el humor, las situaciones surrealistas y una protagonista a la que le pasa de todo. En este caso cambiamos Madrid por Santander, y las plumas por la arquitectura. Pero la esencia sigue siendo parecida, la de una chica treintañera en plena crisis tanto laboral, como sentimental. En este caso la protagonista, Bea, también cuenta con una alocada familia cada cual más singular.
En el libro los problemas van creciendo en aumento según vas avanzando teniendo su clímax al final. Una de las cosas que me gusta de esta autora es cómo consigue darle la vuelta a los problemas. Cuando te presenta situaciones de las que piensas que es imposible salir bien o cómo va a solucionarlas.... pues de una forma u otra lo consigue. Me ha sorprendido este libro más que el anterior. Y eso que al principio me estaba pareciendo "más de lo mismo" pero para nada, ha conseguido incluso emocionarme.
Es un libro fácil de leer, divertido, ingenioso y que engancha. Viene bien de vez en cuando desconectar y pasar un buen rato leyendo.
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